Entre caminos polvorientos, agredidos
por la Naturaleza agreste,
y entre sentimientos sedientos
de amores frustrados,
recuerdo aquellas vivencias solitarias
que sacudían mis esperanzados razonamientos.
Marchaba
solitario, con crudos besos vaporosos,
por la espesa niebla perdida
entre las montañas y praderas resignadas
a la música del tiempo.
La
encrucijada de mis pensamientos
y la necesaria soledad de mis sentimientos,
resignaban las nacidas sensaciones
que, como selectos aromas celestiales,
renacían mi ser.
¡Ya
estás despierto!
Respondía mi corazón,
ante las escalofriantes sensaciones
que invadían mis sentidos.
Contemplaba
la majestuosidad de las montañas,
la belleza de sus riscos,
la fortaleza de su imagen callada,
la grandiosidad de sus cumbres elevadas,
la sublime mirada al firmamento,
que hacían resurgir el Poder de la Vida
en lo más profundo de mi alma.
Solitario,
esclavo de costumbres,
ignorante de conocimiento,
perdido en mi propio mundo,
encontré, a través de las nuevas sensaciones,
el camino de mi naturaleza interior.
CARTA
INOLVIDABLE
En el sentimiento más profundo,
allá donde la emoción encuentra la conciencia,
recordando sueños,
ideales
y venturosos encuentros de nuestro futuro,
siento la necesidad sincera y meditada
de escribirte mis inquietos pensamientos.
No
es una carta
que signifique el final de unos sueños
sino el simple reconocimiento
a un gran amor que se inició
con el compromiso de dos seres enamorados.
Un
amor que comenzó con la fuerza
de compartir vivencias,
experiencias e ilusiones,
encantos y desencantos,
de dos corazones unidos
por los lazos de un amor eterno.
Momentos
en que nuestra unión
sin dejar de existir nunca,
pero que las circunstancias diarias
a veces la ha mermado y adormecido,
permite que una reflexión transcienda
al largo camino del tiempo.
Vislumbrando
la esencia vivida,
la bella existencia compartida,
los sueños deseados,
las amarguras contempladas,
las horas perdidas
y los sentimientos maltratados,
pervive el cariño,
la devoción,
la veneración,
el deseo,
la pasión,
de dos almas que siempre han caminado juntas,
aunque a veces la ceguera,
el egoísmo,
la pereza,
el individualismo,
de mi triste y a veces precario camino
haya menguado la intensidad de ese extenso amor.
En
el atardecer de esta vida,
en el sendero de nuestra poesía,
en el peregrinaje de un compromiso,
en el camino de una canción inacabada,
no van las frases románticas ni poéticas
sino las implicaciones, realidades
de dos seres que aman la grandeza de la vida.
Quiero
expresarte nítidamente,
con ternura y abnegación,
lo mucho que te amo,
el reconocimiento a tu grandeza,
a tu generosidad,
a tu sabiduría;
y pedirte perdón
por enturbiar el río de tu vida.
Como
señora Universal,
dama de los tiempos,
diosa de los sabios,
penetro en tu mundo mágico
y elevo mi plegaria
al Santuario de tu verdad.
Qué
carta te he escrito
donde no he empleado pluma ni papel,
ni letras que de libros escogiera,
ni lenguaje que mi mente liberara,
sino ráfagas de la luz de un corazón
que ha atravesado el velo del perdón.
SEDUCCION
Te llamé desde la puerta del misterio,
te percibí con los deseos vivos,
vibré con tus emociones alteradas,
y después de sentir la pasión por mi pecho
a través de las vibraciones de tu cuerpo,
seduje tus sentimientos sensuales.
Fui
hacia ti decidido
a que sintieras la vibración de mi piel,
el fuego de mi mirada,
a que te estremeciera la fuerza de mi deseo,
a que te llegara la energía de mi pasión.
Cuando
estuvimos frente a frente,
mi seducido corazón
vibraba con la furia de mis sentimientos,
con el nacimiento de unas nuevas sensaciones,
con el fuego,
que en unas dulces palabras,
arropaban mis deseos de tenerte entre mis brazos;
de ser uno contigo,
de disfrutar con tu mirada iluminada,
de darte todo mi ser.
Tus
manos temblorosas
llenas de un calor maternal,
llenaron de amor mis mejillas
mientras tus labios,
con el aroma de un perfume universal,
se posaron dulcemente en los míos.
Andando
bajo una suave lluvia,
avanzamos con nuestras miradas perdidas
en el horizonte de nuestro camino
hacia el encuentro de dos cuerpos deseados.
SENSACION
ILUMINADA
No siento la sangre por mis venas,
el sabor de la tierra,
la andadura de mis pasos,
el murmullo del cielo,
el susurro de los campos,
la benevolencia de la soledad,
el aroma de las flores,
la brisa del mar.
No siento la mirada del tiempo.
Pero
me acerco a una planicie de luz,
donde mi cuerpo no existe.
Siento ser uno con el mundo,
viendo mi cuerpo corporal iluminado.
TRANSFORMACION
Manos frías, sudorosas,
cejas encogidas,
ojos tristes, perturbados,
mirada vagabunda,
eran el flujo de la realidad
que vivía su alma.
Sentimientos
atormentados,
sensaciones perdidas,
voces internas agresoras,
inquietudes acomplejadas,
eran la inagotable fuente
del desdén de su vida.
Hoy,
tiempo caminado con orgullo,
con la paz de los sabios consejos
y con la voluntad de las acciones con valor,
camina sigilosa su alma,
atendiendo a su fuerza superior,
lógica de su mente
y equilibrio de sus emociones.
Con
las nuevas sensaciones
de una vida común y eterna,
siente el paso del tiempo,
el eterno caminar de las estrellas.
MADRES
DEL AMOR
Generosas, abiertas al amor constante,
viajan las madres del mundo.
Miradas profundas,
realidades de la vida,
viven con su exquisita elegancia.
Sentimientos
que acercan
al corazón de los hijos.
Delirios, tormentos, agonías,
por sus lazos de amor.
Vírgenes
de alma pura,
diosas del encuentro
con sus corazones sagrados.
Madres
del día,
guardianas de la noche,
ángeles custodios eternos.
Limitadas
en el tiempo,
valoradas en la oscuridad,
reinas desterradas,
vírgenes del amor.
Hechiceras
de la Tierra,
cuyo cuerpo preparado al amor
lo engendra en nuevos seres
que se sumergen en el río de la vida.
Almas
bondadosas,
espejos divinos,
viajeras mágicas
que adornan el mundo espiritual.
Dulce
es el aroma de la flor
que vive en el corazón de una madre.
Fragancia que muere en el alma de
un hijo recién nacido.