Es licenciada en Ciencias de la Información, rama de periodismo
y Diplomada de Estudios Avanzados en Literatura y Medios de Comunicación
Social por la Universidad Complutense de Madrid.
Desde 1989 es realizadora-locutora en dos programas de radio de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia, emitidos en
Radio 3 de RNE: "Rincón Literario: tus poemas por las
ondas" e "Informativo Universitario".
En
la misma universidad fue Presentadora-guionista del programa de televisión
"Ayer y hoy en la poesía" y “Rincón
Literario” emitidos en La 2 de TVE, en el Canal Internacional
y en el Canal Clásico. Guionista de algunos programas de TVE
como “Al filo de lo imposible”
Dirige
los Encuentros de Poetas y Pintores de Rincón Literario en
la Casa del Cerro de la Fuente (Pradosegar. Ávila)
Tiene
publicadas dos novelas "El color del albero" (Editorial
Nostrum, 2000) y "No me pidas silencio" (Editorial Nostrum,
2004). Novelas que han obtenido buenas críticas en periódicos
como "El País" o "El Día" (La Plata.
Argentina) y revistas literarias como "Francachela. Revista Internacional
de Literatura" entre otras.
Premio
"Voces nuevas" Torremozas 2004 . Su obra poética
está publicada en diversas antologías como "De
sombra y sueño" Celya 2004 y “El cerro de los versos”
Atenas 2005 antología de la que es compiladora, así
como en revistas literarias: "Poeta de Cabra", "La
Voz de la Esfinge", "Francachela", "Telira",
"Alora la bien cercada” etc
En
los últimos años ha ofrecido un centenar de recitales
de poesía, lectura de cuentos para niños, conferencias
y cursos de oratoria, locución y redacción para radio
y televisión
Contemplo
tu rostro de escarpados gestos
cuando
paseas merodeando mis sienes.
Opaco es el ópalo de tus ojos,
que son lastre de un grisú
demoledor de sinfonías y cantinelas.
No
....te
....acerques.
Yo no soy la estrella Siro que ansía copular
con tu boca enfebrecida.
No quiero una desaforada catarsis que reúna
a mis pies la película exhumada
de mis cumpleaños.
No quiero tu nada y tu abismo,
el frío de tu lápida que escondería mi voz
en el pozo del cieno de la pena,
en el fango del venero cruel de los solitarios.
No
......te
...........acerques
Se
desmoronó la aurora
...............................de tanto
inventarla,
Ahora
no llueve violeta
sobre la laguna espejo
llueven chorreones de insolencia
en los cristales de una casa embarrada
en la que los inquilinos son huéspedes
de tan sólo una cita
para recordar los sueños incumplidos.
Se
desmoronó la cita
..............................de tanto
soñarla
Ahora
no besa la aurora
el perfil malva de la laguna
ni la espera crea mariposas
en el tacto de los sentidos.
La espera se hace larga, larga
Como raíles
que recorrimos crédulos de infinitud.
Se
desmoronó el tacto
..............................de tanto
desearlo
Ahora
no tocan violines cuando suena una caricia,
ni hay manos que puedan mecer nuestros besos,
ni besos que puedan avivar la apagada ternura.
El mundo ha volcado su mercancía
Y el mar,
bocabajo,
llora
Y nos moja azul.
Devaneo
en los infiernos
sobre el acantilado de los suicidas,
mientras miro el mar excelso y laminado
de desdichas y poemas,
de despedidas y recuerdos.
Un mar que es calendario de una vida,
de muchas vidas,
y que pasa las hojas,
como pasan las horas,
como pasan los días,
como pasan las olas
ondulando el horizonte.
Y se ríe, ronco, como un demonio escarlata
que adivinara el salto del Último Adagio
en el hundimiento de cada Titanic.
Y se ríe, tierno, como un ángel azul
que se sabe acogedor de los que huyen
del país de las decepciones.
Es
un mar que pierde esperanza por algún desagüe
que llega al infierno del miedo.
Estás
plagado de retrocesos,
de indecisiones como mareas
insistentes hacia la costa
y lo lejano.
Casi ahogado en la espuma de tu flirteo
con la muerte,
con la muerte de la especie
que como baluarte ondeas
frente a las retinas impávidas
del deseo ¿humano?
Saber de oscuridades de piélagos
y de reencuentros en arenas que no genuflexionan
su respetable secreto ante el albor de un ocaso.
Saber de leyendas bajo el cristalino
que transforma caballitos de mar
en caballitos de feria
y estrellas de mar
en estrellas de cine.
O realza rocas sin nombre
y medusas peregrinas
para consuelo de plañideras enlutadas de mentira.
Saber, bajo el cristalino quebrado,
por esa soledad que deshidrata,
que está callado el mar por tanta muerte.
El
maestro eleva el cincel biselado de viento
para esculpir el mármol hallado
en la cantera de su memoria.
Y Atlante rebulle en el núcleo de la piedra,
intuyendo la cercanía de la mano creadora
que dará forma a su vida inanimada.
Ansía que el escoplo se incruste, certero,
en cada recta, y forme curvas; en cada plano
y forme aristas.
El
maestro martillea con la cadencia de un soneto
en el pentagrama de la sinfonía inacabada.
Descubre surcos que no espera,
marca perspectivas a veces erradas
porque Atlante insiste y se agita en su baile prematuro
y quiere ser escultor de su propia hermosura.
Y
el maestro, a cada golpe,
se arrepiente de su dádiva libertaria
y abandona a Atlante en angustiosa lucha
cuando sólo queda su pensamiento desdibujado
en los planos de la losa marmórea.
Atlante,
el esclavo.
El creador deja su obra inacabada.
Una
góndola de ébano se acerca a la isla.
El oleaje, tímido, casi ausente, coopera en la tardanza.
Se acerca lenta -góndola de ébano-
y en el aire dormido, espeso de pena,
Stravinski despierta y aprisiona recuerdos
del nuevo viajero en cada nota esparcida en la niebla.
Una nube de ángeles suspiran
e invitan al mar al eterno balanceo.
Y la góndola y su viajero se acercan.
a la isla mas solitaria,
y la más poblada.
Viven en ella retazos de memorias,
infinitas memorias apenas compartidas,
froidianos sueños quebrados en el fin de cada tiempo.
Deseos, anhelos, secretos,
sembrada está de flores de melancolía.
La góndola negra se acerca
y la isla levanta su falsa frontera
con cipreses, un anillo de cipreses
vulnerables que flanquean
la entrada sin oponer resistencia.
Se acerca la góndola de ébano a la isla,
la más solitaria,
la isla más poblada,
la nada, la muerte.