Originaria
del Distrito Federal. Estudió la Licenciatura en
Relaciones
Internacionales en
la Universidad Nacional Autónoma de México. Periodista cultural de EL FINANCIERO,ARENA
del EXCELSIOR, Semanal de LA JORNADA.Coordenadas de la Utopía y Directora General de Linajes Editores.
Su
poesía ha sido traducida al mixteco, francés, alemán,
inglés, sueco,
italiano, portugués, servio y esloveno. Fue galardonada con
la presea “La mujer del año 2002”
en su municipio, Tlalnepantla por su trayectoria poética y
actividad cultura.
Ha
recibido premios como: Segundo lugar 2002 Melilla España por
su poemario “Vino Rojo”,
Mención Honorífica por en Instituto Hispanoamericano
de Artes y Letras en Montevideo Uruguay
por
su poema “La Casa”. Mención honorífica en
la Cité Université por su libro Moradas Mariposas.
Ha
sido invitada en numerosas ocasiones a leer su obra tanto en países
de Europa
como América Latina, el caribe y Estados Unidos.
Su
poesía aparece en antologías de Estados Unidos, Uruguay,
Italia, Francia, Suecia,
Canadá,
Perú, Cuba, Rumania, Turquía, Puerto Rico, Brasil, Eslovenia
y México.
Imparte
talleres de poesía y cuento a los niños de las comunidades
mixtecas.
Cuenta
con varios libros de poesía, entre ellos: Espiral de Fuego,
Rosas Negras para un Ataúd sin cuerpo, Moradas Mariposas,
Vino
Rojo, Un cielo que crece en el fondo de tus ojos, Nostalgia de vida
y Luna en Abril poemas,
Luna en Abril, sueños, Luna en Abril, cartas.
Ha
escrito dos novelas, Posdata para Ana y Detrás de la Luz.
Coordinadora
del Comité Internacional del Encuentro de Mujeres Poetas en
el país de las nubes
y del Festival Internacional de Poesía de la Habana Cuba.
Fui
semilla de sol plantada en la tierra,
parida por un tornado de agua,
entre polvo estelar y alarido de colores.
Yo
quería nacer mariposa,
águila
y que me crecieran doradas plumas,
pero nací higuera de enormes raíces
y me salieron ramas
y de las ramas hojas
y me nacieron ojos en la corteza.
De
las hojas brotaron palomas
y acunaron suspiros mis rojos dedos,
y mis manos abanicaron tinieblas
y probé la manzana del edén.
Supe
del sabor de la sangre
y me punzaron los huesos
y aprendí a llorar con mi sombra
y a cargar la cruz del fruto de María
pero también probé la miel sagrada de la rosa
y la carne del cordero
y tuve sangre virgen en las venas
y entre mis piernas el jugo de Adán corrió.
Mi
vientre parió moradas mariposas
que alimenté con savia pura de abeja
y me transforme en Olmo
para defender los frutos
y ni sequías
ni tempestades
arrancaron mi tronco de la tierra.
Cantaron muchas primaveras con sus inviernos,
maduraron los higos y a la vida cayeron
y se olvidaron de este árbol
y desnudas quedaron mis ramas.
Dejé de ser higuera y Olmo,
me crecieron alas
y en las plumas colores
y en los colores agua
y me convertí en pez-golondrina.
Mis
lágrimas humedecen las escamas
y los suspiros hacen volar mis alas
cuando veo las semillas que mis frutos dieron.
Soy
feliz de haber nacido higuera,
volverme Olmo
y ahora ser pez-golondrina
sin nido fijo y sin cadenas.
CORTESANA
Soy la mujer que duerme en la jaula con los leones
al ponerse el sol.
Carne cruda como de sus pestilentes fauces
lamo sus recovecos denigrantes
y sin importarles,
prueban cada mes mi sangre.
Me
he dejado ultrajar por conveniencia,
soy mansa por una retribución,
Abro mis posiciones
para conseguir prodigios mayores,
mejores pagas.
Todas
las noches meto al sol en mi cama
y caliento deshilachados cuerpos.
A veces suplico ternura desde el fondo de mi alma,
desde el encierro de mi jaula
repleta de vacíos inconmensurables,
pero ellos no escuchan.
El
mundo me desprecia,
yo lo ignoro.
Vivo para alimentar a las bestias
con mi carne,
soy libre de volar si quisiera,
de escapar,
mas no tengo a donde ir...
Pertenezco a esta jaula.
DESOLACION
Dios ¿dónde estás?
Acaso en la débil ala de una mariposa,
en el monótono zumbido de la abeja
o en la gaviota que roza vagamente la playa.
Te
busco
en el crepúsculo vacío de invierno,
en la luz sin frontera de mis ojos,
en la melancólica sombra del ciprés.
Palpitan
en mi pecho reflejos de aurora.
y no estás.
Tampoco en el alud de tatuados dolores,
en el breve escalofrío de mis párpados azules,
en la marimba interna de mi cuerpo.
Tal
vez mis rezos llegaron tarde a la cita,
tal vez eres pedestal de oro inaccesible,
anzuelo en el fondo sin carnada
y yo hambriento pez en la noche del océano.
Tal
vez seas omnipotente campo y yo roja hormiga.
Tal vez seas flama desprendida del sol
y yo ciego espejo incapaz de reflejarte.
AHÍ,
DONDE
En
la blanda cavidad de mi cuerpo
ardes.
En el espacio donde impera la noche
tiemblas.
En las sombras donde los dementes clemencia piden
te arrodillas.
En la profundidad del sueño roto
apareces.
En nombre del Maestro que llegó a salvarnos
imploras.
Ahí, donde el olvido a jirones llega
palpitas.
Ahí, donde tu memoria no tiene sosiego
existo.
Ahí donde el alma absorta se ciñe uno a uno
yacemos juntos.
Ahí donde mi corazón oprimo antes de que el llanto llegue
y me avergüence
te desconozco.
Ahí, donde mi delgado silencio te interroga,
te perdono.
UN
GRAN PAIS
Vivo
en un país tan grande que todo queda lejos:
...........la educación,
...........la comida,
...........la vivienda.
...............................Tan extenso
es mi país
que la justicia no alcanza para todos.
ARPA
DE SOMBRA
Asido
al cántico del alma
........ el amor permanece.
Como fuego arde en la cumbre,
más nunca en vino añejo se convierte
porque es arpa de sombra y lumbre.
LA
CASA
Llegó el momento de partir
el hogar en dos.
Bien:
Comencemos por los rincones donde las arañas
tejieron también su historia.
Hablemos de los muros y sus cuadros.
¿Cuál eliges?
¿El del día de la boda,
el retrato de la niña
o el de vacaciones en verano?
Quiero el antiguo bodegón
para recordar las comidas familiares.
Mira
la casa:
permanece ahí
de pie
pero sin alma.
¿Con
cuál alcoba deseas quedarte?
¿Aquella donde los gemidos
algunas vez fueron música perfecta?
¿O el cuarto azul
donde echó raíces la cuna para siempre?
¿O el jardín
donde todavía se columpian las sonrisas?
Te
regalo los espejos
saturados de susurros, ecos familiares,
desfigurados rostros
que hoy se desangran en reproches.
Deseo
la terraza,
esa roja plataforma de minúsculos ladrillos
donde lluvias y palomas encontraron su refugio,
donde todavía transpiran las estrellas
y no hay sombra que oculte los engaños.
Pero
tienes razón:
Tal vez aquí ya nada nos retenga.
A la frontera tal vez llegamos
entre el amor que vacila y las cenizas.
Viéndolo
bien,
no puedo partir en dos la casa:
te la regalo
con todo y promesas de futuros.
Como
cortinas viejas
te regalo lo que queda:
este sombrío cielo
y este desvencijado viento
que dejaste al cerrar la puerta principal