PERFECTO HERRERA RAMOS
PERFECTO HERRERA RAMOS nace en Berja (Almería) el 6 de junio de 1956, vive en Granada entre los años 1970 a 1982, donde cursa la licenciatura de Derecho. Durante esos años lleva una intensa vida cultural, y pertenece a diversos grupos de Teatro Independiente.
Tiene publicado un poemario con el titulo "Cuando pase el Tiempo" por la editorial Ediciones Albores de Sevilla. Tiene publicados poemas en el libro "Tu voz poeta", editado por la Asociación Cultural Myrtos Al Manar, junto con cuatro poetas más. Ha publicado poemas en diversas revistas literarias: Sayenko, 3D3, Ágora, etc, y también en diversos blogs: Lluvia de arena, La voz bordada en verso, Borde de Bruma, Blog de literatura y algo más, Oasis de palabras, Lucernarios, Poetas Andaluces Contemporáneos, Poetas para el siglo XXI, Antología Poesía Universal.
Ganador del Premio Erato 2010 Ganador II Premio de Poesía "Mundo Solidario" 2010 Finalista del I Concurso Internacional de Nano Literatura de Proyecto Expresiones 2010 de Venezuela Finalista del Concurso Ediciones Literarte 2010 de Argentina. Actualmente tiene para próxima edición el poemario "El esplendor del Desamparo" y "El sauz de los desvelos"
Su poemario último: Luz vibrante en mar que riela
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POEMAS
Corso Casale
"Vendrá la muerte y tendrá tus ojos" Cesare Pavese
He abierto en mí los ojos: soy las luces de la aurora, el centro que ya, diáfano, ha despertado, y los pájaros trazan con su silbo un dibujo indeleble en mi mente como en el agua de un espejo.
Soy todo en mí, soy todo y uno. Asumo la vida y la muerte como parte de la experiencia,..
..y hoy, nada es más importante que el contorno de luz de la arboleda de Corso Casale.
Olvido.
Plácidas suenan las campanas de la ermita y encuentran eco dentro. También hay una caja de resonancias vibrantes en interiores que vendrán de lejos, pues son las lejanías las que se imponen a esta mañana de otoñal melancolía.
Es el sonido de cristal el que da ritmo a un fondo puro de paisaje, oro y fuego, del vegetal contorno que diluye el cendal tenue de la niebla matinal.
Es la ermita, con su campana humilde, un cálido rescoldo en el espíritu
por esta tierra que hoy siente mis pasos cual sucesos resueltos hacia el olvido.
Encontradas impresiones
"Contemplé tanto la belleza, que mi visión le pertenece" Kostantino Kavafis
Derramase la luz en la serenidad blanca, en donde, no teniendo ningún sentido, ruge el silencio que lanza nieve de la verdad sobre el intocado penacho solitario de la propia presencia invocada en la aurora por un ángel que trae las llagas de la noche sangrando como vivas rosas de exterminio.
Pensé que amanecer, para qué, y qué sentido puede tener el despertar a la herida viva, con un sinfín nuboso de incandescencias lúgubres y el átono sonido de las alas de un pájaro invisible, por sí, y guardado en las tinieblas que todo lo circunda y, oscuro, lo disipa.
Serenidad, presencia, realidades ciertas de un cuerpo quieto que se sabe pero no se halla, de una mano solemne fraguada en el desvelo, en que la noche, superior al propio limite, sembró de culebrinas la insondable vigilia.
Clamo a algún perfil, a alguna apariencia que pudiese dar nombre a esta lucha porfiada. Nada ni nadie acude en mi ayuda. Mirad, mirad que todo es apariencia y yo soy sueño, sólo en mi sola imagen, una entidad efímera e irreal que solo tiene conciencia de si misma.
Prosigue -yo (eso ya sí) sereno en la luz- la mañana. Se alejan, extensas, blancas aves hacia la ennoblecida Superga de los Duques. No, no me preguntéis de donde vengo triste, ni a donde voy. Quizás hacia donde no circule la sombra dilatada de la muerte que acumula de ausencias la serena belleza ciudadana. Hoy tomaré café con Primo Levi, Salgari, Pavese, hablaré de política con Gramsci, festejaré el aniversario –ya siglo y medio- de la unificación italiana, y viviré la solemne belleza de tan áurea ciudad que mañana me llevo por siempre en la mirada.
El misterio
En los ojos la luz del sol, en una mano, una espada, en otra, una podadera, en el centro de mí.. ..¿quién en el centro?
¿Quién: luz, espada, podadera?
El ser. Flecha en el centro -¿sin dudar?- el ser vivo y desplegado..y resurrecto, en la vida, en el misterio.
La esperanza
En la hoja caída del álamo confío la esperanza. ¡Tal es¡
El viento la arrastra inmisericorde. Su destino, incierto es. Más, sueño con tornar al árbol, a la copa palpitante de las hojas, al aire alzado al sideral espacio de los amores íntimos, a las lastimaduras delicadas de sus lineales nervaduras, como si fuesen tenues barcas de ilusiones perdidas.
La esperanza, la espera de las ingrávidas estrellas enraizando en la oscuridad.
Sabana Santa
Escribo desde la Sabana Santa , -fuera, Turín y los cercanos Alpes- desde el cercado rostro por la muerte, desde su testimonio, desde la herida sepia de la historia, desde el dolor profundo de lo anegado, lo irresuelto, lo ávido, lo secreto, lo injusto.
Y oigo gemir óseos cimientos de piedra entre las hebras del ajado lino mas allá de estas tierras y estos ríos, por otros continentes, quizás, por océanos de llanto y llanto, temperado en profundas caracolas.
Escribo desde la figura adivinada del Ecce homo que vislumbrara desde esta ciudad aquél que proclamó que "Dios ha muerto", acaso, sin adivinar que seguiría perviviendo en las palabras.
Escribo desde la sagrada tela, capa traslúcida del bulbo dorado que es la historia, para no olvidar los quebrantados cuerpos, que, inocentes e ignorados, yacieran, siglo tras siglo, y yacen, aún hoy en la presente hora, por este cruel planeta sin sudario envolvente que les cubra.
Escribo desde la emoción de ver que todo se repite interminablemente per seculum seculorum.
***** (Edición de esta página: 9-01-2012)
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